3/3/08

Los últimos de los Mohicanos


VIERNES 29-2-08

Estaban a gustito en su encierro particular. Su reino se extendía por los techos 
del madrileño Polideportivo de La Almudena. Miguel y Cristian tenían una mesa, dos sillas y algo para comer.
Completando el cuadro, una guitarra, una campana y unas mantas para dormir. Más bien exiguo el material.

Hablaban con vehemencia, con la fuerza de las ideas. Creían en su papel, y lo representaban a la perfección. 
Luchaban por ellos y por sus compañeros. Para tener un futuro.

-Para qué es la campana?- pregunté.
-Para llamar la atención de la gente-contestó Miguel.

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