Llegamos algo retrasados a la cita, pero no se molestó.
Cerca de allí, acompañados por unos refrescosy unas patatas ali-oli,
comenzó a desgranar su historia. César es abogado. Una gran ironía
si tenemos en cuenta que, hoy en día,tiene un expediente de expulsión
en su contra. Con un lenguaje exquisito, narra porqué vino de Ecuador.
Desde 2004 es oficialmente un inmigrante irregular.
Trabajando en lo que salga.
La sonrisa y el tono amable no le abandonan en ningún momento...
Casi al finalizar la entrevista, en un lapsus de lucidez me doy cuenta.
En cuatro años no ha aprendido a respetar las costumbres y
tradiciones de este país. Casi nos engaña con sensiblerías.
Suerte que la derecha "moderada" nos mantiene alerta a los detalles.
Cesar no ha probado siquiera las patatas ali-oli.
Y luego dicen que no hace falta el Contrato de Integración...
No hay comentarios:
Publicar un comentario